De la polarización y el discurso de odio hacia espacios que promuevan más unidad y colaboración

Hoy, quiero hablarte sobre una realidad que cada día está ocupando un lugar más importante en nuestra convivencia humana: -la polarización y el odio- estos amenazan con socavar nuestra esencia colectiva. Como coach y mentora de ecosistemas de trabajo colaborativo, mi misión es inspirarte a ser parte del cambio que esperas ver en los demás.

Nos enfrentamos a un desafío silencioso pero omnipresente: el discurso del odio y la división o polarización. Este veneno sutil se ha infiltrado en todos los aspectos de nuestra vida, dividiéndonos y debilitando nuestro tejido social como familia, como equipo de trabajo, como comunidades de fe, entre otros grupos sociales. En tiempos donde la polarización es más que evidente, es crucial que reflexionemos sobre nuestra participación en este fenómeno. Es el momento de recordar que nuestras elecciones definen el sendero que recorremos en aspectos fundamentales de nuestra vida.

¿Te has dejado arrastrar por la corriente del odio sin siquiera darte cuenta? ¿Has perdido la paciencia con aquellos que piensan diferente? Es hora de hacer una pausa y examinar nuestras acciones y actitudes diarias.

La polarización no solo distorsiona nuestras percepciones, sino que también configura nuestra identidad, convirtiendo nuestras diferencias en barreras infranqueables en lugar de puentes hacia el entendimiento mutuo.

Por ello, es esencial que cultivemos la responsabilidad personal y nos sumerjamos en la reflexión constante para contrarrestar este fenómeno. La falta de responsabilidad de hacernos cargo de lo que nos sucede como grupo, de caer en la trampa de la comodidad, de renunciar al tiempo para nuestro crecimiento personal y colectivo y la tendencia a evitar la meditación, la oración, el discernimiento dan paso a que el odio y la polarización se alimenten.

Pero no todo está perdido. La unión de nuestras comunidades, de nuestras familias, de nuestros equipos de trabajo, de nuestros grupos de amigos, etc., en este propósito puede convertirse en un faro de luz en medio de la oscuridad.

Juntos, podemos construir un entorno de colaboración, comprensión y respeto mutuo. Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia y contribuir a la creación de un mundo más unido y armonioso.

Así que te invito a ser parte de este cambio. Comprométete a cultivar la empatía cognitiva (capacidad de entender los pensamientos, sentimientos y perspectivas de los demás), la alteridad (capacidad de reconocer y respetar la idea de que cada individuo es diferente y único, con su propia identidad, experiencia y perspectiva del mundo), y el respeto en todas tus interacciones.

Sé consciente del impacto que tienes en tu entorno. Juntos, podemos superar la división y construir un futuro más brillante para todos.

¡Sé parte del cambio que esperas ver en los demás!